Conferencia magistral de Daron Acemoğlu - Premio Nobel de Economía 2024 - “El progreso en un punto de inflexión: Tecnología, poder y los desafíos globales”
- Dolores Abuin
- hace 11 minutos
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Autor: Dolores Abuin, en colaboración con los miembros del grupo del Proyecto cAIre-Google.org, Ricardo Palomo (Coordinador), Jorge Cerqueiro, Frank Escandell y José Javier Sesma.
Este artículo ha sido realizado por OdiseIA en el marco del proyecto Google cAIre. Puedes conocer más sobre esta iniciativa en el siguiente enlace: Google Caire - OdiseIA

Aprovechando la ponencia del profesor Daron Acemoglu durante la celebración del Vigo Global Summit 2025, hemos tenido la oportunidad única de atender el evento y de establecer una productiva comparativa con nuestro trabajo ya publicado en la web del Proyecto cAIre, dentro de Google.org Digital Futures Project.
Como profesor en el MIT Sloan School of Economics, el análisis de Acemoglu nos permite establecer puntos de convergencia significativos con nuestras conclusiones del subproyecto 2.1 "Profesiones del Futuro: Nuevas Oportunidades y Requerimientos”, a la vez que introduce una divergencia fundamental en el diagnóstico de la transformación laboral.
Puntos de convergencia
La primera convergencia es la visión dual. Acemoglu articula la encrucijada entre el camino de Alan Turing (reemplazo) y el de Norbert Wiener (aumento). Esto mismo recogimos en nuestro entregable en el apartado de la "Percepción dual: riesgos y oportunidades" que algunos expertos identificaron como el núcleo del debate.
La segunda convergencia reside en las habilidades del futuro. La conclusión de Acemoglu se centra en "aprender a aprender". Esta idea se refuerza en nuestro estudio, tanto a través de las encuestas al público en general, como en las realizadas a los expertos, quienes identificaron el "pensamiento crítico" y la "adaptabilidad y aprendizaje continuo" como las habilidades más cruciales, por encima de las puramente técnicas, y algunos hicieron hincapié en el carácter ‘multitareas’ del profesional del futuro inmediato. Ambos análisis concluyen que el valor humano que se traduce en el mercado reside en las habilidades, no en la simple ejecución técnica.
Y la tercera convergencia se refiere a la regulación. La advertencia de Acemoglu sobre el poder de las "Big Tech" y la necesidad de una elección "social y política" se alinea perfectamente con nuestro apartado sobre "Gobernanza, regulación y ética aplicada", que identificamos como una de las principales generadoras de nuevas profesiones. Muchos de los futuros perfiles profesionales que proponemos en nuestro estudio lidiarán con la rehumanización en el despliegue de estas tecnologías. El ‘Performed by Humans’ podría llegar a ser todo un nicho de mercado.
Puntos de divergencia
Aquí es donde la tesis de Acemoglu ofrece su mayor valor a nuestro trabajo.
Nuestro informe, basado en las opiniones de expertos y del público, concluye que el impacto de la IA es una "transformación inevitable" y se enfoca en las estrategias de adaptación (como el reskilling o aprendizaje horizontal y la creación de nuevos roles).
Acemoglu desafía radicalmente esta premisa. Él argumenta que la trayectoria tecnológica actual (el camino de Turing) no es en absoluto inevitable, sino una elección.
El problema no es la IA, sino que es su dirección. Mientras nuestro informe analiza el "impacto" de la IA, Acemoglu nos obliga a preguntar por qué la IA tiene ese impacto. Su diagnóstico de los tres obstáculos (concentración económica, ideología de Hollywood y geopolítica) sugiere que el reskilling por sí solo es insuficiente si no se cambia la dirección de la innovación tecnológica.
La solución de Acemoglu es la "IA Pro-Trabajador" (el "electricista aumentado"). Nos ofrece una nueva visión del futuro laboral que completa nuestro informe. El listado de "nuevas profesiones" de nuestro entregable (como "Auditor de algoritmos", "Arquitecto de soluciones IA", "Curadores de datos") corre el riesgo de crear una nueva élite tecnológica. Acemoglu nos recuerda que la verdadera oportunidad no es solo crear nuevos roles técnicos, sino usar la IA para aumentar la productividad, el valor y el salario de millones de empleos existentes.
1. La llegada de la IA
En su conferencia, el premio Nobel Daron Acemoglu presenta su tesis sobre el camino de la Inteligencia Artificial como una elección social, económica e ideológica. Es una elección que, según él, nos está llevando por la senda equivocada, con graves consecuencias para la desigualdad, la prosperidad compartida y la propia democracia.
Turing contra Wiener
Acemoglu sostiene que, desde sus inicios, la informática ha albergado dos filosofías opuestas sobre la relación entre humanos y máquinas.
Alan Turing (la automatización). Ésta es la visión dominante hoy en día. Se basa en la idea de que la mente humana es una "máquina de computación", una visión también compartida por Marvin Minsky y John McCarthy, los impulsores de la Conferencia de Dartmouth en 1956. El objetivo, por tanto, es crear máquinas que imiten, compitan y, finalmente, reemplacen a los humanos en sus tareas. El éxito se podría medir por la paridad. ¿Puede la IA hacer el trabajo de un humano igual o mejor?
Norbert Wiener (el aumento). La otra visión alternativa, se basa en que las máquinas deben ser herramientas que hagan cosas que los humanos no pueden hacer. Fue por esto que Wiener fundó la Cibernética, que es contrapuesta a la Inteligencia Artificial Simbólica. El objetivo no es reemplazar, sino aumentar y complementar la capacidad humana. El éxito se mide por la ampliación de nuestras habilidades (como lo hicieron el ratón,el hipertexto o la interfaz gráfica de usuario).
La industria tecnológica, influenciada por factores muy diversos, ha apostado casi en su totalidad por el camino de Turing, generando lo que Acemoglu llama la "automatización descontrolada".
2. Las consecuencias sociales (desigualdad y crisis democrática)
El resultado de elegir el camino de Turing es claro para Acemoglu. Nos llevará a un enorme aumento de la desigualdad.
Esta brecha económica, argumenta, es el combustible directo de la crisis de la democracia que vemos hoy. Cuando la democracia no puede cumplir con su promesa de prosperidad, surgen el populismo, la desinformación y la pérdida de confianza en las instituciones.
3. La solución es la "IA Pro-Trabajador"
Acemoglu propone una alternativa, la "IA Pro-Trabajador".
Su ejemplo clave no es un radiólogo, sino un electricista. Un electricista que acaba de comenzar a trabajar, no puede resolver problemas complejos que uno experimentado sí. La IA de "automatización" (Turing) intentará reemplazar a ambos. La "IA pro-trabajador" (Wiener) sería una herramienta (quizás en un dispositivo portátil) que proporciona al principiante información en tiempo real basada en datos, permitiéndole realizar tareas más sofisticadas y aprender en el proceso.
Esta IA no reemplaza, sino que aumenta la productividad del trabajador. Es el "antídoto perfecto" a la desigualdad, porque un trabajador más productivo y capaz de nuevas tareas justifica un salario más alto. Es la verdadera promesa de la IA, no es una Inteligencia Artificial General (IAG) que nos reemplace, sino herramientas que dupliquen la productividad de médicos, enfermeros, profesores, fontaneros y obreros.
4. ¿Por qué no tenemos esta IA?
Si la "IA Pro-Trabajador" es técnicamente más fácil y económicamente superior para la sociedad, ¿por qué no la vemos en todas partes?Acemoglu señala tres obstáculos que evitan la aparición directa de esa IA.
El obstáculo económico (concentración). A diferencia de la esquematización efectuada por Amy Webb, profesora en NYU Stern School of Business, sobre la M.A.F.I.A.G. en Estados Unidos y la B.A.T. en China, para Acemoglu el mercado está dominado por seis o siete "Big Tech". El modelo de negocio de Meta o Microsoft no es "crear herramientas para electricistas en PYMES". Sus modelos se basan en la Inteligencia Artificial Generativa (IAGen), la venta de software a grandes corporaciones y la publicidad, lo que incentiva la automatización a gran escala.
El obstáculo ideológico (Hollywood). Estamos culturalmente obsesionados con la idea de la IA que compite con los humanos ("robots que nos matan"), gracias a la ciencia ficción. Esta ideología atrae el talento y la financiación hacia el camino de Turing, en lugar del camino más "aburrido" pero útil de Wiener. Irónicamente, éste ha sido el mismo camino por el cual la industria del cine ya está claramente amenazada.
El obstáculo geopolítico (arma política). La IA se ha convertido en una "arma política" en una carrera de "suma cero" contra China. La narrativa "quien domine la IA, dominará el mundo" justifica una inversión ilimitada en el camino de la automatización, beneficiando a las "Big Tech" que la promueven. El advenimiento del Proyecto Stargate por parte de la Administración Trump a inicios de 2025, siendo inicialmente una billonaria iniciativa propulsada por OpenAI, Softbank y Oracle, recibió un fugaz ataque comercial chino con la disrupción del modelo DeepSeek, poco después. La carrera por la supremacía de la IA no es un nuevo ‘Proyecto Manhattan' sino una nueva ‘Misión Apolo’.
5. Conclusión
Acemoglu concluye con una seria advertencia sobre la educación. Acemoğlu critica que herramientas como ChatGPT fomentan la obtención de "respuestas de experto" sin el esfuerzo del proceso, lo que amenaza la habilidad más importante del futuro, "aprender a aprender".
El futuro de la IA, por tanto, no debe dejarse en manos de pocas empresas que la controlan. El argumento de Daron Acemoglu es que la "profesión del futuro" no es un destino tecnológico que debamos predecir, sino una elección política, económica y social que debemos asumir activamente. El gran desafío no es técnico, sino que es cívico.






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